martes, 18 de abril de 2017

¿QUÉ ES EL AUTISMO?





El autismo fue definido por primera vez en 1943, por un psiquiatra austríaco llamado Leo Kanner, desde entonces se han realizado muchas investigaciones buscando la causa o conjunto de causas de esta alteración, estas causas aún se desconocen, sin embargo, las conclusiones de los estudios realizados refutan teorías mantenidas inicialmente durante varios años.
Los investigadores no se ponen de acuerdo en la causa u origen de la alteración, mientras unos defienden un origen psicológico otros por el contrario mantienen la causa biológica.
Esta “enfermedad”, afecta aproximadamente a 4 ó 5 niños por cada 10.000 nacidos, y es cuatro veces más frecuente en varones que en niñas.
Se han investigado y encontrado alteraciones neurofisiológicas, neuroanatómicas, bioquímicas, inmunológicas de diversas clases, los resultados actuales no son definitivos pero sí prometedores.
Algún día se conocerán mejor las causas del autismo y esto quizá lleve a una terapia más eficaz. Actualmente, aunque desconozcamos sus causas principales, podemos ayudar a las personas con autismo y a sus familias.
Con este objetivo de ayuda se creó en 2.007 la Asociación de Padres de Niños Autistas de Toledo APAT.
Lo que sí conocemos son los síntomas de la alteración, sus manifestaciones visibles desde fuera a las que seguidamente nos vamos a referir.
DEL NACIMIENTO A LOS 18 MESES
El “autismo infantil precoz” es una de las alteraciones más graves del desarrollo, la conducta y la comunicación en la primera infancia.
Son muchas las personas que desconocen las características de esta “enfermedad” o, peor aún, están mal informadas sobre ella.
Para poder ayudar a estas personas el primer paso es informarlas sobre la existencia delautismo. Explicarles en qué consiste esta perturbación en la niñez y explicar sus síntomas para que puedan identificar los niños afectados.
El autismo constituye un serio problema personal, familiar y social, que requiere la ayuda y la colaboración de todos.
Estas manifestaciones o síntomas, comienzan siempre antes de los tres años de edad y, en ocasiones, desde el nacimiento, aunque en el primer año suelen ser poco claras, haciendo difícil el diagnóstico de autismo en esta época de la vida.
Hay algunos niños en que el autismo se manifiesta después de un período de desarrollo “aparentemente normal”.
En cualquier caso, los primeros síntomas del autismo suelen ser “insidiosos” y poco claros.
En estas circunstancias, en los padres y familiares de los afectados, es frecuente que dichos síntomas provoquen un vago sentimiento de intranquilidad y temor en vez de activar la localización de ayuda profesional eficaz.
Muchas veces, lo primero que se observa es una gran pasividad en el niño con tendencia a permanecer ajeno al medio, absorto en si mismo, poco sensible a las personas y a las cosas que hay a su alrededor.
En otras ocasiones el niño se muestra, por el contrario, muy excitable y llora casi constantemente sin ninguna razón aparente.
Frecuentemente el primer temor que tienen los padres es que el niño pueda ser sordo debido a su falta de interés por las personas y el lenguaje.
Pero la “sordera aparente”; se acompaña de otros síntomas, así muchas veces, el campo de las distintas acciones del niño se limita cada vez más, convirtiéndose en “estereotipias”, que se traducen en movimientos “extraños” y repetidos con las manos, los ojos, la cabeza o todo el cuerpo (por ejemplo, balanceándose una y otra vez). Al mismo tiempo, las conductas más “positivas” (sus juegos, imitaciones, gestos comunicativos) no llegan a desarrollarse, o se pierden progresivamente.
Casi siempre, estos primeros “síntomas” se acompañan de otras alteraciones muy perturbadoras para las personas que rodean al niño autista, como los problemas persistentes de alimentación, falta de sueño, excitabilidad difícilmente controlable, miedo anormal a personas y sitios extraños, tendencia a no mirar a las personas, y a evitar o permanecer indiferente a sus abrazos y mimos, etc.
Es frecuente que, desde muy pronto, el niño autista muestre una gran resistencia a los cambios de ambientes y rutinas habituales, reaccionando a ellos con fuertes rabietas y tratando de evitar cualquier clase de cambios.
Es como si pretendiera mantener el medio siempre constante. Este síntoma es el más característico, junto con el aislamiento, la evitación de las personas o indiferencia hacia ellas.
Muchas veces se describe al niño como “encerrado en una campana de cristal”, una especie de muralla invisible que le separa de las personas.
La “comunicación intencionada”, activa y espontánea, que suele desarrollar el niño normal desde los 8-9 meses, a través de sus gestos y vocalizaciones prelingüísticas, se ve muy perturbada o limitada en los niños autistas. La falta de sonrisa social, mirada a las personas, gestos y vocalizaciones comunicativas, la falta de “apego”, en una palabra, es la característica más evidente de su conducta.
Estas dificultades se manifiestan, con más claridad aún, a partir del año y medio o los dos años, edad en que los niños normales hacen progresos muy rápidos en la adquisición del lenguaje.
Algunos niños autistas tienen un desarrollo normal, que llega, incluso, a la adquisición de un lenguaje funciona y “correcto”, que luego se perderá o alterará seriamente con el desarrollo de la enfermedad.


RECUERDA
  • El autismo es una alteración severa del desarrollo y la comunicación que aparece antes de los 30 meses.
  • Se da en 4 niños por cada 10.000 y es cuatro veces más frecuente en varones que en niñas.
  • Se desconocen sus causas, aunque la mayoría de los investigadores están de acuerdo en que estas son de origen biológico.
  • Hay cuatro características fundamentales que presentan todas las personas que padecen autismo:
    1. La alteración aparece precozmente.
    2. Tienen severas dificultades de comunicación y relación.
    3. Su lenguaje presenta alteraciones y deficiencias.
    4. Realizan acciones “ritualizadas”; se resisten a los cambios en el medio.
  • La inteligencia de las personas con autismo puede ser muy variable, oscilando desde la normalidad a una deficiencia profunda con características especiales.
  • Todos los autistas se caracterizan por un desarrollo disarmónico en las distintas áreas de funcionamiento psicológico.
  • El autismo puede manifestarse desde el comienzo de la vida o después de una evolución normal en el periodo de 0 a 30 meses.
Bibliografía: http://www.autismotoledo.es/que-es-el-autismo/

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